domingo, 14 de octubre de 2007

Lecciones de pesimismo

Esto del trabajo es curioso. Había tomado la decisión de no perder más mi vida buscándolo, convencida de que no lo iba a encontrar decidí prepararme las odiosas oposiciones. Ya no entregaba currículos, en lugar de eso todas las mañanas me obligaba a estudiar. De pronto me llamaron de la librería. Luego el día que fui a entregar los papeles me llamaron para una entrevista de trabajo como auxiliar administrativo en una compañía de plástico, como es obvio dije que no. El lunes fui tan contenta al trabajo, pero la dicha duró poco, pronto me enteré que en lugar de salir a las 20:30 lo haría aproximadamente una hora después, con lo cual mis planes de entrenar water polo 3 veces por semana de 21:00 a 13:00 se iban por la borda. Y todo por el repugnante horario español, es absurdo tener al medio día tres horas para comer y que llegues a casa a las 10 de la noche, vamos, con este horario no se puede tener familia, o haces una cosa o la otra; menos mal eso de los hijos me tiene sin cuidado, lo dejaré para mi próxima reencarnación. Al salir de mi primer día de trabajo, cargando bolsas de tristeza tenía 5 llamadas perdidas de un número que no me era familiar, llamé y me citaron al día siguiente en relación a un trabajo en una Autoescuela, que no sonaba nada mal. Se me llenó la barriga de dudas, porqué tenían que llamarme todos a la vez y cuando ya ni siquiera buscaba trabajo? Podían pasar meses enteros en que no me llamaba ni dios y ahora las opciones se desplegaban. Parece que el deseo de conseguir algo no ayuda, por el contrario aleja las posibilidades de éxito. Ahora no dudo de que el pesimismo es el mejor amigo que puedes tener, si está a tu lado el devenir es más llevadero, porque no esperas nada, las cosas fluyen y llegan por sorpresa; pero cuando te invade el optimismo, qué desilusiones más grandes te llevas, de las cosas más útiles que se pueden aprender es a ser perdedor, no tengo duda. Toda la semana fui al cursillo aquel de formación-selección, por la mañana salía de casa adelantándomele al sol, estaba allí una hora tomando apuntes y haciendo pruebas, después los profesores me daban el resto de material que verían en las dos horas que quedaban de clase, me iba corriendo al trabajo, luego al medio día llegar con José a casa a calentar/cocinar, luego estudiar en la hora de la siesta, volver al trabajo y por último, terminar el día estudiando. Ahora sé que no me seleccionaron, dijeron que lo había hecho muy bien y que me tendrían en cuenta para las próximas plazas que salieran; a lo mejor es sólo formalismo y no me tendrán en cuenta, pero ya no me importa, lo hice bien, he cumplido mi parte. No espero nada, creo que he aprendido la lección.

La semana pasada fue dura con cojones, sobre todo a nivel psicológico, iba capturando con la red de mi memoria las historias de mis compañeros, en ellos veo reflejado mi futuro y eso no me gusta nada. Me cuentan que el jefe es un cabrón y que los primeros 6 meses hace un contrato de prácticas que le permite pagar 200€ menos de sueldo. Pero si a mí en la entrevista me habían dicho que ganaría el sueldo normal! Por qué me engañaban de esa forma? Con qué necesidad? Diantres, si me hubieran dicho la verdad desde el principio igual habría aceptado, porque necesitaba el trabajo. Me distraje confeccionando rosas con mis huesos fundidos y fijándome en dónde ponía el pie cuando andaba, cuidando de no pisar los márgenes de las baldosas porque dicen que trae mala suerte. O quizá me habían dicho la verdad y mi sueldo sería ese? No tenía sentido que todo el mundo tuviera que aguantarse 6 meses para cobrar lo que es, y que yo no, por qué iba a ser más que nadie? Pasaban los días con una lentitud arrolladora y no tenía más remedio que revolcarme en mi incertidumbre. El sábado por fin me dieron el contrato y en contra de todo pronóstico me pagarían lo acordado, eso sí, aprovecharon para advertirme que tenía que tener la boca bien cerrada.

miércoles, 3 de octubre de 2007

ya era hora

conseguí trabajo, por fin! en una librería, el horario es horrible y echo horas extra por la cara, pero por otro lado me hace bien trabajar; todos mis compañeros son licenciados también y no encuentran nada mejor, habrá que joderse...