domingo, 29 de noviembre de 2009

Hacia dónde

Las llantas patinan sobre el hielo
le doy tirones de oreja al volante
a un lado y al otro.
La calle sume barriga, se encoge, doblega
las llantas chillan como una puerta que pide aceite
en mitad de la noche,
cuando te disponías a escapar.

No se aconseja respirar por prudencia
sigo la regla
no tengo miedo,
sólo no quiero pasarle por encima
a la estrella que vi caer
alumbrada por el faro gris de una luna.

Una luna degollada sobre la carretera vacía
tendida, semi muerta,
con los hoyuelos de la juventud agrandados en su rostro
pero aún con su vieja manía
de iluminar el contorno de los pies.

Pero las estrellas siguen arriba
todo ha sido una alucinación, en mitad de un viaje
de una huida a ningún lado

y sin saber por qué.

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