sábado, 1 de septiembre de 2007

De sentimientos no se puede estar nunca seguro, son tan mutantes, tan mezquinos, tan traidores, son intercambiables, reemplazables por otros más resistentes, que generalmente son los peores. No entiendo a los celosos enfermizos que se desgarran pensando que su pareja puede dejar de amarlos, como si estuvieran seguros de que a ellos no les pasará. Se asignan con exclusividad la capacidad de amar por encima del tiempo, llenando con un espectro de dudas la capacidad ajena. Temblor de vértebras, rigidez de articulaciones, palpitaciones de vientre, picor de cráneo, dolor de ombligo; miedo a dejar de ser el objeto del amor. Vienen las persecuciones, inspecciones y reconstrucciones detectivescas de los momentos en que el otro está fuera del campo de control. Al final vacío, nada ha valido la pena, lo que más desean es encontrar una prueba que les dé la razón. Si no la encuentran sufren, si la encuentran también. En lugar de perder tanto tiempo enderezando sentimientos ajenos, valdría la pena detenerse en los propios, enredarse en la tarea de colegirlos y clasificarlos, infructuosa labor que toca volver a comenzar de cero cada vez que se muevan de sitio, es decir, cada anochecer, pero que logra consumir los ratos de inactividad, suprimiendo así la necesidad ociosa de ahondar en los sentimientos de los demás. Incomprensión absoluta, realidades volátiles, lo que hoy es puede mañana no serlo, y por qué preocuparse? Todo fluye.

1 comentario:

vanessa dijo...

comparto perfectamente tu opinion. a veces las mujeres me preguntan porque soy tan frsca con ken, "y no te da miedo, si sale de noche con sus amigos?". " Y porque habría de darme miedo", les respondo, "yo tambien salgo sola con mis amigas", " ah, eso es diferente" me dicen. Y yo no entiendo porque es diferente. A mi me parece bien que salga, que conozca gente, que coquetee, y que luego vuielva a casita con el ego feliz de saberse tambien atractivo e interesante para otras mujeres. y si algún día le da por ir mas allá, preferiría no enterarme. Tal vez un día me deje de querer, pero no porque yo lo "cuided" mas dejará de pasar. y mientras tanto no me arruinaré el día llena de miedos, la vida es así lo suficientemente dura, no?